La desigualdad es un riesgo para la salud—y está empeorando

La desigualdad en la sociedad tiene un impacto directo en la salud de las personas.

Las personas con menos recursos económicos tienen menos acceso a servicios de salud de calidad.

Esto se traduce en una mayor incidencia de enfermedades y una menor esperanza de vida en estos grupos de la población.

Además, la desigualdad en la distribución de la riqueza también afecta la salud mental de las personas.

El estrés causado por la precariedad económica puede llevar a problemas de ansiedad y depresión.

Por otro lado, la desigualdad de género también juega un papel importante en la salud de las mujeres.

Las mujeres suelen tener menor acceso a servicios de salud reproductiva y enfrentan barreras adicionales en el cuidado de su salud.

Es necesario abordar la desigualdad en todas sus formas para garantizar una sociedad más justa y saludable para todos.

La falta de equidad en la distribución de recursos y oportunidades solo perpetúa ciclos de enfermedad y sufrimiento.

Es responsabilidad de todos trabajar juntos para eliminar la desigualdad y promover la salud y el bienestar de toda la población.